Según reportes de la ONU, es necesario apostar por una economía circular; Chile, entre los principales productores de este tipo de residuos en el continente.

La Coalición de Residuos Electrónicos de las Naciones Unidas y la Plataforma para Acelerar la Economía Circular (PACE) presentaron un informe en el que alertan sobre la creciente generación de residuos electrónicos en el mundo.

Según los datos presentados, la producción mundial será, para el año 2050, de casi 120 millones de toneladas por año, de no modificar la tendencia. En 2017, por ejemplo, se produjeron más de 44 millones de toneladas, lo que representa más de 6 kg de residuos electrónicos y eléctricos por persona; tal número equivale, para poner en contexto, al peso de todos los aviones comerciales construidos hasta el día de hoy.

El informe menciona datos reveladores que sirven para tomar dimensión de la problemática. Señala, por ejemplo, que el valor anual de los residuos electrónicos a nivel mundial es de más de $62,5 mil millones, una cifra superior al PIB de la mayoría de los países.  Además, remarca que menos del 20% de los residuos electrónicos son reciclados formalmente, mientras que el 80% restante se recicla de modo informal (lo que representa peligroso para quienes lo realizan, por las sustancias nocivas para la salud que los productos incluyen) o termina en vertederos (lo que genera contaminación en el suelo y en el agua).

En el caso particular de nuestro país, según el informe “Perspectivas de la Gestión de Residuos en América Latina y el Caribe” elaborado por el área de Medio Ambiente de la ONU, Chile se encuentra en el segundo lugar en el ranking de países de América Central y América del Sur que más basura electrónica generan. Detrás de Uruguay, ocupamos segundo puesto al promediar 11 kg de desechos anuales por persona. Un dato preocupante si se considera que, tal como señala el informe, la tasa de reciclaje de este tipo de productos es de un escaso 10%

A partir de estos datos preocupantes a nivel mundial, tanto PACE como Naciones Unidas, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Foro Económico Mundial y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo, manifestaron la necesidad de revisar el sistema actual, haciendo hincapié en la importancia de implementar una economía circular. Esta modalidad consiste en la revalorización y reutilización de los recursos, evitando el permanente descarte y, así, reduciendo la contaminación ambiental.

En pos de una estrategia que permita afrontar esta problemática, algunas de las herramientas sugeridas en el informe son el diseño de productos duraderos, sistemas de recompra y devolución de productos electrónicos, y la implementación de modelos de alquiler de los productos, con el objetivo de fomentar la reutilización y el reciclaje.


Fuente: unenvironment.org