Cómo surgió y quién fue el autor de una imagen hoy universal.

En la vida diaria vemos e interactuamos con símbolos y logos que están totalmente arraigados en nuestras costumbres y prácticas, al punto de que jamás pensamos cómo fue que se originaron. Símbolos que de solo verlos interpretamos al instante qué representan. Es el caso del símbolo del reciclaje, presente tanto en productos como en diversas iniciativas ambientales. Pero, ¿desde cuándo existe ese símbolo? ¿Quién fue su autor? ¿Cómo surgió?

Todo se remonta al 22 de abril de 1970, fecha de la primera celebración del Día de la Tierra. Hacía años que diversas personas y organismos venían impulsando el establecimiento de una fecha para concientizar sobre la importancia de proteger el medio ambiente y las amenazas que acechaban al planeta. En 1970, el senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson promovió la creación de una agencia ambiental, convocatoria que reunió a dos mil universidades, diez mil escuelas y diversos organismos. La iniciativa hizo que el gobierno de los Estados Unidos creara la Agencia de Protección Ambiental y  promulgara nuevas leyes para proteger el medio ambiente. Nelson escogió la fecha para incentivar la participación de las universidades: la semana del 19 al 25 de abril no coincidía con épocas de exámenes ni con vacaciones, por lo que se presumía que gran cantidad de estudiantes se sumarían a clases y eventos sobre el tema; así fue como quedó elegido el 22 de abril.

Con motivo de esta primera celebración, la compañía Container Corporation of America, dedicada a elaborar cajas de cartón, organizó un concurso para determinar un símbolo para sus productos realizados con papel reciclado, con el deseo de hacerlo también universal. Así fue como más de 500 personas presentaron sus diseños, que debían cumplir ciertos requisitos: simplicidad, inteligibilidad en cualquier escala de impresión, en blanco y negro; además, sería luego de dominio público, es decir, libre para su utilización y sin restricción de derechos de autor.

El ganador fue un joven estudiante de arquitectura llamado Gary Anderson, quien curiosamente no tenía especial interés por el diseño, pero que participó del concurso para apoyar la causa ambiental. Su propuesta fue la que hoy conocemos, y dijo tener dos fuentes de inspiración. Por un lado, la idea del mandala, círculo sagrado del budismo que representa la evolución del universo. Por otro, la banda de Möbius, cinta cuyos extremos se juntan en una curva y dan la sensación de movimiento constante. De esta manera, llegó al diseño con las tres flechas que forman parte de un proceso cíclico y representan cada etapa de las 3 R: reducción, reutilización y reciclaje.

Anderson recibió 2.500 dólares por ser el ganador, premio que debía ser destinado a fines educativos; así continuó sus estudios en la Universidad de Estocolmo, Suecia. Según contó posteriormente, en aquel entonces y durante un buen tiempo se olvidó del concurso y de su diseño. Sin embargo, con el tiempo comenzó a ver, sorprendido, que el símbolo aparecía en contenedores de reciclaje en distintas partes del mundo. Así, con el paso de los años, se convirtió en uno de los símbolos más universales.

En 1988, la Sociedad de la Industria de los Plásticos en Estados Unidos tomó como base el diseño de Anderson para crear el Código de Identificación de los Plásticos, numerando las tres flechas en su interior, del 1 al 7, según su materialidad y fabricación.

Anderson es hoy arquitecto por la Universidad de California del Sur y doctor en Geografía e Ingeniería Medioambiental. Tal como lo estipulaba el concurso, al ser de dominio público, no percibe ningún tipo de derechos de autor por su diseño. Construyó  su carrera en la arquitectura y la planificación urbana, y no volvió a dedicarse al diseño. Sin embargo, puede afirmar que el símbolo que diseñó es uno de los más reconocibles y utilizados en todo el mundo.