La organización de la máxima cita deportiva en el mundo ha manifestado y puesto en práctica su compromiso medioambiental.

Los Juegos Olímpicos son uno de los eventos de mayor impacto masivo a nivel global, con decenas de países compitiendo en múltiples disciplinas. Si bien el aspecto deportivo es el central, a menudo se destacan otras facetas importantes: la social, la cultural, la económica, la turística. Y en la nueva edición de los Juegos, en Tokio, ha emergido una nueva faceta a considerar: la ambiental.

“Be better, together – For the planet and the people” (“Ser mejores, juntos – Por el planeta y por la gente”) es uno de los eslóganes lanzados por la organización de esta edición del evento, manifestando el compromiso ambiental y el interés por convertirse en difusores de valores sustentables.

Desde el discurso está claro el compromiso asumido. ¿Y desde las acciones? Las principales, a continuación.

Huella de carbono

Uno de los objetivos planteados es el de reducir la huella de carbono generada por el evento. Una búsqueda que se vio, de algún modo, beneficiada por el contexto de la pandemia: dada la inasistencia de público internacional por cuestiones sanitarias, el impacto producido ya será de por sí menor.
Para contribuir a lograrlo, desde la organización señalaron que alrededor del 60% de las sedes son existentes, evitando el impacto ambiental que supondría la construcción de nuevas instalaciones. Y además de apoyarse en criterios sustentables para la construcción de nuevos espacios, destacan que la electricidad utilizada en las sedes de las competiciones y en la Villa Olímpica será 100% renovable.

Economía circular

Otro de los objetivos está vinculado al impulso de la economía circular, apuntando a una buena gestión de los recursos sin generar desperdicios, y promoviendo las energías renovables. Para ello, se destaca que el 90% de los vehículos utilizados en los Juegos serán eléctricos. Además, la organización planteó como objetivo la reutilización o reciclaje del 99% de los artículos y bienes adquiridos o alquilados, y del 65% de los residuos generados durante los Juegos.
Uno de los ejemplos que más llamó la atención dentro de esta estrategia es el de las camas de las habitaciones de los deportistas en la Villa Olímpica: fueron elaboradas con cartón reciclado. Tras los Juegos, su base será reutilizada para fabricar productos de papelería, mientras que el colchón será utilizado para la elaboración de productos plásticos.

Podio Olímpico

El podio, las medallas y los uniformes

Tres elementos centrales en la competencia son el escenario en el que se premia a los ganadores, las medallas entregadas, y el uniforme de los miembros de la organización del evento. Lo novedoso es que en cada uno de ellos se aplicaron criterios sustentables, basados en el reciclaje y la reutilización.
Los podios fueron impresos en 3D a partir de materiales plásticos recuperados. Fueron 24.5 las toneladas de desechos plásticos recolectados durante 9 meses, provenientes de donaciones hechas por escuelas, comercios y hogares, así como también de los residuos plásticos encontrados en el mar.
Con respecto a las medallas, fueron elaboradas a partir de materiales metálicos reciclables, obtenidos a partir de pequeños dispositivos electrónicos (como celulares) donados por personas de todo Japón.
Y en cuanto a la vestimenta utilizada por los voluntarios y el personal de la organización, también se consideró una mirada sustentable para elaborar los diseños de tradicional estilo japonés. Según detallo el director de moda encargado de la tarea, fue elaborada en un alto porcentaje a partir de fibras recicladas ecológicas.

Se trata, en suma, de numerosas estrategias para promover unos Juegos Olímpicos más sustentables, capaces de convertirse en plataforma de difusión y compromiso hacia el medio ambiente.


Fuente: https://olympics.com/tokyo-2020/es/games/sustainability/