El manejo correcto de los desechos médicos se torna fundamental en medio de la pandemia.

La pandemia del COVID-19 a lo largo y ancho del planeta ha generado un gran número de desafíos, tanto en lo que respecta a la salud, como al medio ambiente, el mundo del trabajo o la economía.

Uno de los aspectos que ha tenido que repensarse es el de los residuos. En situación de cuarentena, con países deteniendo la mayoría de las actividades, fue necesario que la recolección de los residuos se determine como esencial. Una hipotética acumulación  importante de residuos sin ser recolectados elevaría sin duda el riesgo sanitario, convirtiéndose en un peligro para la salud de las personas y para el medio ambiente. Además, se interrumpiría la cadena del reciclaje, necesaria para reducir los volúmenes de residuos y para fabricar nuevos productos.

Y un caso particular es el de los residuos médicos, esto es, los desechos generados por instituciones sanitarias, hospitales, laboratorios médicos y organizaciones del estilo. Su gestión segura es imprescindible para evitar la contaminación del ambiente y la transmisión de enfermedades, un riesgo para trabajadores de la salud, pacientes, recolectores, recicladores, y todas las personas que entren en contacto con ellos.

En un contexto como el actual, con la expansión del COVID-19, esta situación se agrava aún más. Los centros de salud generan más desechos sanitarios, desde mascarillas y guantes a medicamentos usados y diversos artículos médicos contaminados. La gestión incorrecta de dichos residuos, y su mezcla con los desechos comunes, podrían traer consecuencias peligrosas para la salud y el medio ambiente.

El tratamiento adecuado implica un proceso de diversas etapas: identificación, recolección, separación, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación. Cada una de ellas debe ser realizada con los cuidados pertinentes, y los materiales indicados.

Entre tales materiales importantes, se destacan los contenedores médicos, tan importantes para la identificación clara y ordenada de cada residuo. En Creatividad Positiva ofrecemos una amplia línea de productos para poder responder a las necesidades médicas: contenedores para cortopunzantes de diversos tamaños, bolsas para residuos peligrosos y residuos especiales, y contenedores con pedal de 10, 20 y 44 litros de capacidad, cada uno con el color y la estampación pertinentes según el desecho a arrojar. Productos prácticos y adecuados para poder afrontar los desafíos médicos que el mundo está atravesando.