El pasado 6 de septiembre se celebró en todo el mundo el Día de las Aves Playeras, una fecha especial para tomar conciencia de la importancia de las mismas para el ecosistema, así como también de la necesidad de preservar su hábitat.

Este día fue incorporado al calendario ambiental en el año 2014, pensado para distinguir y valorar a las aves migratorias que recorren enormes distancias en busca de alimentación y descanso.

Con el paso del tiempo se ha observado la disminución de estas especies, especialmente por los daños ambientales que afectan a sus hábitats. Por eso se ha hecho evidente la necesidad e impulsar medidas de preservación tanto de las aves como de los espacios naturales que precisan para vivir.

En nuestro continente, la principal iniciativa para la protección de estas aves es la encarnada por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP). Nacida en 1986 y con sede en Massachusetts, Estados Unidos, el objetivo de la organización es fomentar la conservación de las especies de aves playeras y el cuidado de sus hábitats en todo el territorio americano.

Las costas chilenas, de enorme extensión, son escenario de paso de numerosas aves, por lo cual es necesario tomar conciencia del peligro que corren si no cuidamos el medio ambiente. En este sentido, destacamos el reciente Plan de Protección de Humedales propuesto por el Ministerio del Medio Ambiente. Su finalidad es la protección de 40 humedales priorizados en todo el país, más de 250 mil hectáreas, territorio en el cual viven numerosas especies; entre ellas, las aves.

Cuidar el medio ambiente y a las diversas especies se impone cada vez más como una necesidad urgente. Tal es el caso de las aves playeras, especialmente relevante en un país costero como el nuestro. Proteger al planeta y a la biodiversidad es una tarea que debe debemos asumir cuanto antes.