Según informe de la ONU, el cambio climático juega un rol central.

Con motivo del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrado ayer 13 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas dio a conocer un informe que revela que en las últimas décadas las catástrofes naturales han aumentado peligrosamente, en gran medida a causa de los impactos generados por el cambio climático.

Según los datos aportados por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), entre los años 2000 y 2019 se registraron 7348 grandes catástrofes, que dejaron como saldo la pérdida de 1,23 millones de vidas, con Asia como la región más golpeada. Tal cifra es casi el doble de lo registrado entre 1980 y 1999 (4212 desastres) lo cual indica la necesidad de actuar y de acentuar las medidas de prevención.

 

El aumento de las catástrofes naturales2

 

El informe menciona el poco compromiso de las naciones ricas para hacer frente a las emisiones contaminantes, una de las principales responsables de los desastres climáticos. Al respecto, quien encabeza la UNDRR, Mami Mizutori, señaló: “los organismos de gestión de desastres han logrado salvar muchas vidas gracias a una mejor preparación y a la entrega del personal y los voluntarios. Pero las probabilidades siguen jugando en su contra, en particular por parte de las naciones industrializadas que están fracasando estrepitosamente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero».

¿Cómo impacta la falta de compromiso para reducir el aumento de la temperatura mundial? Con el aumento de inundaciones, tormentas, terremotos y temperaturas extremas, los principales desastres registrados. Mizutori manifestó que, de no tomar medidas, seguiremos “sembrando las semillas de nuestra propia destrucción”.

Este escenario exige, tal como se señala en el informe, el incremento de un liderazgo político que encabece medidas estratégicas, políticas que permitan cumplir las promesas de reducción de emisiones, combatir el aumento de la temperatura global y una mejor preparación para hacer frente a los desastre naturales. Especialmente, además, en el contexto de pandemia que está atravesando el planeta: una vez que la situación mejore, es imprescindible que la reactivación sea ecológica.


Fuente: ONU