Este sábado a las 20:30 h tendrá lugar una nueva edición de una de las mayores acciones globales contra el cambio climático.

Como ocurre desde 2007, el último sábado de marzo se celebrará en todo el mundo La Hora del Planeta, la iniciativa global en favor de la naturaleza y las personas promovida por la World Wildlife Fund (WWF), organización dedicada a la conservación del medio ambiente a nivel mundial.

Se trata de una iniciativa que propone que las personas de todo el mundo se detengan una hora (entre las 20:30 h y las 21:30 h) para reflexionar, reafirmar el compromiso por la naturaleza y adoptar acciones positivas para el medio ambiente. Entre las diversas maneras de celebrarlo, la más simbólica es la de apagar durante 60 minutos las luces y aparatos electrónicos no esenciales.

En Chile, la iniciativa será acompañada por diversos municipios, empresas y organizaciones, con propuestas diferentes en cada lugar. En Providencia, por ejemplo, la invitación es a asistir al Parque de las Esculturas para compartir la Hora del Planeta al aire libre y en comunidad, con distintas actividades (proyección de documentales, stands informativos, etc.) que iniciarán desde las 17 h. Por otro lado, en Coquimbo, la Secretaría Regional del Ministerio del Medio Ambiente organizará diversas actividades, que incluirán la interrupción durante una hora de la iluminación de la Cruz del Tercer Milenio y el Faro Monumental.

 

 

La nueva propuesta para esta edición: el Desafío Cero

Como novedad para la versión de este año, la WWF invita a sumarse a 3 desafíos, que deberán ser iniciados en esta Hora del Planeta e, idealmente, continuados hacia el futuro: “Cero desperdicio”, “Cero Plástico”, “Cero Residuos”.

«Cero desperdicio»

Según WWF, se pierden alrededor del 40% de los alimentos producidos en el mundo, tanto en los campos en que se producen, como en los lugares de venta o en los hogares. Esto implica, por un lado, desaprovechar una gran cantidad de recursos utilizados para la producción (agua, tierra, energía). Por otro lado, se traduce en un gran volumen de residuos orgánicos (en Chile, representan el 58% de la bolsa de basura de un hogar) que, si no son aprovechados para compostaje u otro tipo de valoración, terminan emitiendo gases de efecto invernadero y contaminando el ambiente en los vertederos.
Algunos de los consejos que propone WWF para comenzar el desafío son comprar consciente, sólo lo necesario; hacerlo en pequeñas cantidades, compartiendo con otras personas; y eligiendo productos locales.

«Cero plástico»

La contaminación generada por los plásticos es una de las problemáticas ambientales que más relevancia ha cobrado en los últimos años. WWF afirma que ya existe evidencia de que el 90% del agua embotellada y el 83% del agua de grifo contiene partículas de plástico, y lo mismo ocurre en algunas especies marinas, en peligro por las 8 millones de toneladas de plástico aproximadamente que los humanos vertimos en el mar.
En ese sentido, Chile ha dado pasos para abordar esta situación. Entre ellos, se destacan la ley que prohíbe el uso de bolsas plásticas en comercios, y la regulación que busca limitar los plásticos de un solo uso. Son estrategias que ayudan a evitar la generación de plásticos, y que deben ser acompañadas por cada vez más iniciativas.

«Cero residuos»

El tercer desafío apunta a mitigar los efectos de la sobreacumulación de los residuos y la contaminación que generan. A nivel mundial se producen más de dos mil millones de toneladas de residuos; según el último reporte del estado del medio ambiente en Chile, en nuestro país producimos alrededor de 18 millones de toneladas.
Con porcentajes de valorización aún bajos, estas cifras no hacen más que reforzar la necesidad de aplicar en nuestro día a día las famosas 3R, reducir, reutilizar y reciclar, a las que se les pueden sumar “rechazar”, “reparar”, “recuperar” y “rediseñar”.

Se trata, en suma, de incorporar prácticas sustentables que permitan ir desarrollando modos de actuar más amigables con el ambiente, para que nuestro compromiso con el planeta finalmente no se circunscriba a una hora, sino que nos acompañe todos los días de nuestra vida.