De acuerdo a las proyecciones, para 2050 los residuos sólidos municipales ascenderán a 3.800 millones de toneladas a nivel mundial.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó esta semana el informe Perspectivas Mundiales de la Gestión de Residuos 2024, titulado “Más allá de una era de residuos: convertir la basura en un recurso”, en el marco de la VI Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente realizada en Nairobi, Kenia. Se trata de un trabajo elaborado junto a la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), que brinda datos actualizados de la generación global de residuos, proyecta cifras a futuro de seguir con modelos productivos como el presente, y brinda una serie de recomendaciones y llamados a la acción para impulsar mejoras.
Según el informe, se estima que la generación de residuos sólidos municipales a nivel mundial aumentará de 2.300 millones de toneladas en 2023 a 3.800 millones de toneladas para 2050. El costo directo mundial de la gestión de residuos para el año 2020 fue de aproximadamente 252.000 millones de dólares; para 2050, podría duplicarse y alcanzar los 640.300 millones.
Proyección de la generación global de residuos municipales (informe ONU)
Para graficar el estado de situación, el informe señala que, si se empaquetaran en contenedores de transporte los más de 2.000 millones de toneladas de residuos que generamos anualmente, y se los colocara juntos, alcanzarían una distancia equivalente a dar la vuelta al ecuador de la Tierra 25 veces. Es decir, ¡más que un viaje de ida y vuelta a la luna!
“Las conclusiones de este informe demuestran que el mundo necesita urgentemente cambiar a un enfoque de cero residuos y, al mismo tiempo, mejorar la gestión de residuos para prevenir una contaminación significativa, emisiones de gases de efecto invernadero e impactos negativos para la salud humana. La contaminación procedente de los residuos no conoce fronteras, por lo que redunda en interés de todos comprometerse con la prevención de los residuos e invertir en la gestión de residuos allí donde falta”, afirmó Zoë Lenkiewicz, una de las autoras del informe.
Esta acumulación indiscriminada de residuos, explica el informe, es una de las causantes de la triple crisis planetaria del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Gran parte de estos residuos son vertidos y quemados a cielo abierto, emitiendo gases contaminantes; otra gran cantidad termina en océanos y dañando a los ecosistemas acuáticos. Además, el informe solo considera los residuos municipales (los que generamos en hogares, comercios, oficinas, etc.), sin incluir residuos agrícolas, de construcción o industriales; la cifra total, considerando todos los tipos de residuos, es aún mayor.
Por otra parte, el informe detalla que esta estimación está vinculada al crecimiento del PBI de los países: cuando los países crecen económicamente, aumentan las tasas de industrialización y urbanización, crece el consumo y los productos en el mercado, y finalmente aumenta la cantidad promedio de residuos generados por persona. Es por eso que llama a adoptar medidas urgentes para desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y la generación de residuos.
Según se plantea, la inversión en la reducción y gestión de los residuos ha sido históricamente baja, subestimando el papel que los mismos cumplen en la mitigación del cambio climático. Y a pesar de contados esfuerzos en los últimos años, y la mayor toma de conciencia de la población, los avances no están logrando resultados con la velocidad necesaria para desacelerar la tendencia.
Es por esto que la informe enfatiza en que, para construir un futuro habitable en el planeta, debemos abandonar el modelo económico lineal, de producción, desecho y desperdicio de recursos, y reemplazarlo por un modelo circular de cero residuos, con estrategias que vayan de la reducción al reciclaje, pasando por el rediseño y la reutilización. Un modelo que debe involucrar el trabajo conjunto del sector público, el sector privado y el sector civil para alcanzar resultados significativos.
Los gobiernos y municipios deberán promover políticas y leyes ambientales en sintonía con esta búsqueda, con iniciativas para reducir la generación de residuos y potenciar su correcta gestión, protegiendo e incentivando a la industria. El sector privado deberá asumir su responsabilidad en la generación de residuos y adoptar modelos de negocios que permitan ahorrar recursos y disminuir su huella ambiental. Y los ciudadanos, desde su lugar, deberán actuar de manera consciente, reduciendo consumos innecesarios, reutilizando, compostando, ayudando a separar los residuos para su posterior reciclaje, apoyando iniciativas positivas para el ambiente. Solo así, cooperando entre todos, estaremos más cerca de lograr verdaderos cambios.
Fuente: Informe ONU
